Este año, por primera vez en más de trescientos, no se han
podido realizar las procesiones de Semana Santa en la ciudad de Antioquia.
Si bien las semanas santas de Popayán y Mompox tienen más
reconocimiento a nivel nacional, la que se realiza en Antioquia tiene también
gran valor, no sólo gracias a la imaginería quiteña y española representada en
las diferentes imágenes santas, sino a la devoción encarnada en los nazarenos,
en las sahumadoras, en los mayordomos, en la música sacra y en la forma como
todo el pueblo acude a los diferentes actos religiosos, especialmente a las
procesiones.
No sólo para quienes profesan la fe católica,
sino para quienes reconocen nuestra Semana Santa como un hecho cultural de gran
arraigo y tradición en la población de la ciudad, en el episodio de hoy
queremos hacer un homenaje a este evento que, junto a las Fiestas de los
Diablitos, es el que más convoca en la ciudad a propios y extraños, recordando
la historia de algunas de las imágenes santas que en ella desfilan en procesión.
La Última Cena. Grupo escultórico de tamaño natural,
de origen quiteño, finales del siglo XVIII.
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